El patrimonio familiar se refiere a los bienes que una familia posee, tanto en el presente como los heredados del pasado, y que pueden ser transmitidos de generación en generación.
El patrimonio familiar puede incluir propiedades inmobiliarias, bienes muebles, obras de arte, herramientas, entre otros activos. Es decir, solo las posesiones que entren en esta categoría pueden ser protegidas de posibles acreedores o deudas.
En otras palabras, esta figura legal permite que ciertos bienes no puedan ser embargados o ejecutados por deudas, garantizando así la protección del patrimonio de la familia.
Por ello, el patrimonio puede estar constituido por los siguientes tipos de bienes:
Como se mencionó, este es un mecanismo legal que permite salvaguardar los bienes que conforman el patrimonio familiar ante posibles deudas o embargos por acreedores. Además, en caso de divorcio o separación de la pareja, los bienes del patrimonio estarán protegidos y no podrán ser repartidos entre ellos.
Ante el fallecimiento del titular, la sucesión de bienes se simplifica, ya que los activos que integran el patrimonio no tendrán que dividirse entre herederos, sino que se transferirán en su totalidad al cónyuge o pareja e hijos.
Esta figura también protege la vivienda habitual, la cual no podrá ser vendida ni gravada con hipotecas sin el consentimiento de todos los beneficiarios.
Al constituir un patrimonio familiar se pueden obtener ciertas deducciones impositivas, como exenciones por el mantenimiento y mejoras realizadas a la vivienda.
Permite planificar la transmisión ordenada de los bienes y prevenir conflictos entre herederos, al establecer claramente quiénes serán los beneficiarios.
En México, los beneficiarios de un patrimonio familiar legalmente constituido son los miembros del núcleo familiar que residan en el mismo hogar y dependan económicamente del titular.
Estos beneficiarios pueden incluir al cónyuge o pareja, hijos, padres, abuelos, nietos, hermanos y cualquier otro familiar directo que se encuentre bajo la manutención del titular del patrimonio.
Es importante resaltar que aquellos miembros de la familia que cohabiten en la vivienda pero no dependan económicamente del titular, no serán considerados beneficiarios. Además, los bienes que integran el patrimonio no podrán ser enajenados, gravados con hipotecas o cedidos sin el consentimiento expreso de todos los beneficiarios.
Recuerda que para constituir un patrimonio familiar debes cumplir con ciertos requisitos legales y presentar la documentación precisa. No obstante, vale la pena realizar este trámite si con ello logras asegurar el bienestar económico y la protección patrimonial de tu familia a largo plazo.
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